Ayer nos despedimos del mes de enero, que nos trajo bajo el brazo el inicio del concurso de agrupaciones carnavalescas de Cádiz que, para muchos, es la mejor antesala posible para la Cuaresma. De igual modo, hoy estrenamos nueva hoja del calendario, la de febrero, que, pese a lo que indique el termómetro, nos regalará aires de primavera y olor a inicienso, gracias al certamen de bandas que tendrá lugar en el Tiro de Línea desde mediodía y, sobre todo, a un acto que servirá de pistoletazo de salida de lo que aún está por venir, haciéndonos pensar que ese 5 de marzo que este 2014 llamaremos Miércoles de Ceniza está mucho más cerca de lo que indican todas las cuentas.
Porque hoy, cuando la luna comience a asomarse a su balcón celestial, tendremos en la calle el primer Vía Crucis del año. Como mandan los cánones será por la feligresías de San Julián y San Marcos, cuyas arterias principales serán recorridas por el Señor de la Buena Muerte de La Hiniesta sobre los hombros de sus hermanos. Un acto cada vez más arraigado en las Precuaresmas hispalenses y que impregnará el ambiente de olor a incienso y ese recogimiento tan propio de este tipo de cultos externos que, a partir de ahora, irán ganando protagonismo a marchas forzadas según vayan pasando las semanas.
Aunque el gran artífice de ello, como cada año, será ese Crucificado que Castillo Lastrucci talló para la corporación de la Puerta de Córdoba, el mismo que veremos esta noche a cielo abierto, pero que ya imaginamos entre cuatro hachones, con la Magdalena a los pies y un mar de capirotes azules que lo acompañan tanto a Él como a su Madre de La Hiniesta. Pero mientras se consumen los 71 días que todavía nos separan de un nuevo Domingo de Ramos, tendremos el consuelo de que ya empiezan los Vía Crucis, los mismos que servirán para ir despertando poco a poco a la ciudad de su letargo.
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