sábado, 14 de julio de 2012

Mandando más que el calendario

Esta tarde nos volvemos a adelantar al calendario. Concretamente, 48 horas, para continuar con ciclo del Carmen que tendrá dos focos de interés alejados del corazón de la ciudad pero que, pese a ello, serán los grandes causantes de sus latidos. Un par de barrios que, aún lejos de las aguas del Guadalquivir, se sentirán marineros durante el tramo final de la jornada, confirmando aquello que dijo en su día Rafael Alberti, que para sentirse grumete se puede incluso pisando la tierra.

Y si no, que se lo digan a los vecinos de Su Eminencia, que hoy servirán de marea para que navegue por sus calles una Virgen del Carmen cuya procesión, poco a poco, se va consolidando por estas fechas. Igual que en la Huerta de Santa Teresa, donde la Reina del Carmelo también va haciéndose un sitio en una collación que, de un tiempo a esta parte, va dejando claro que quiere tener, por derecho propio sabor y olor cofrade sin necesidad de emigrar al centro histórico.

Así, a la vera de ambas, que son sólo una, pero con ese don tan divino y sevillano de la ubicuidad, echaremos este sábado de julio que, sin haber llegado al día 16, responderá al nombre de Carmen. Será el preludio de lo que aún está por llegar a partir de la semana que viene, la más bella avanzadilla de procesiones, terrestres y fluviales, de una ciudad que recordará sus orígenes marineros tiñéndose de marrón y blanco. Porque aquí quien manda es Sevilla y no ningún calendario.

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