Que en este blog se le han dado palos a diestro y siniestro a Asenjo por su gestión al frente del Arzobispado es algo claro y notorio. Su idea de cómo conjugar iglesia y hermandades parece distar mucho de la que debería exhibirse en una ciudad como Sevilla, algo que chirría demasiado, sobre todo cuando lejos de negociar parece querer imponer su opinión a este tipo de colectivos. No obstante, hay también ocasiones en las que el inquilino más importante de Palacio tiende la mano a las cofradías, demostrando quizás que no todo está perdido.
Un claro ejemplo de ello ha podido verse en una reciente entrevista a 'ABC', periódico al que ha expresado su forma de ver la polémica protagonizada por el párroco de San Jacinto, quien sigue sin dar su brazo a torcer en la relación con La Estrella (recuérdalo aquí). En este sentido, el arzobispo ha admitido que la negativa del rector del templo dominico a que la cofradía del Domingo de Ramos formase allí sus tramos, reguardando a los nazarenos de la lluvia, le llamó "tristemente la atención". "Pienso que las cofradías son piezas importantes en la vida de la diócesis y no se pueden despreciar; no debemos situarnos enfrente o de espaldas a ellas, sino a su lado; gestos como ese no me agradan", indicó el prelado.
Llama la atención que Asenjo saque a relucir esta postura cuando él mismo se ha distanciado de las hermandades en muchos momentos y de formas muy diferentes. ¿Quizás está comenzando a tener conciencia de dónde está? ¿Puede ser esto, como dirían en la película 'Casablanca', "el principio de una bonita amistad? El tiempo se encargará de decirlo, pero lo que sí queda medianamente claro con este guiño es que algo podría estar cambiando y que, después de dos años de críticas y polémicas, puede que no todo esté perdido.
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