El barrio de El Plantinar ya sabe que el próximo verano vivirá una peculiar mudanza. Tendrá como protagonista a la hermandad de El Sol, que dejará su actual capilla para regresar a San Diego de Alcalá, templo en el que ya residió durante años antes de tener su propia sede canónica y que, por otro lado, se encuentra anexo a su actual morada. Una decisión que se tomó a lo largo de esta semana, debido a una serie de problemas derivados del inmueble en el que se sitúa la casa hermandad de la primera del Sábado Santo, que también será escenario de obras durante las próximas fechas.
Tanto es así que el Sindicato de Enfermería, propietario de la mayor parte del edificio, notificó que al resto que se tendría que pagar una derrama y los costes de una rehabilitación cuya cuantía excede las posibilidades económicas actuales de la corporación y la propia parroquia de la collación. Por ello, se ha decidido vender el local que hace las veces de casa hermandad y utilizar la actual capilla para tal fin. Igualmente, el propio párroco no ha puesto impedimento alguno para que los titulares de El Sol vayan a San Diego de Alcalá, donde la Virgen irá al altar mayor, el Varón de Dolores a una capilla lateral y la Magdalena a la bautismal.
En cualquier caso, estos cambios no se llevarán a efecto hasta el mes de septiembre, toda vez que se tienen que llevar a cabo unas pequeñas obras en la iglesia. Además, queda por dilucida qué se hará con la puerta de salida, si se ampliará la actual o se comunicará el templo con la actual capilla de la cofradía para que su procesión arranque de ahí. Eso se sabrá a lo largo de los próximos meses, en los que se irá preparando esta mudanza que llevará a El Sol de vuelta a su pasado reciente, a una parroquia de San Diego de Alcalá a la que regresará para quedarse a perpetuidad.
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