Vivimos inmersos en una semana de las más atípicas del año. No en vano, a partir del viernes iniciaremos un auténtico acueducto formado por al Día de la Constitución y el de la Inmaculada que, de rebote, hará que prácticamente tengamos un finde que se podría decir que llegará hasta el martes. Este hecho, aparte de las exigencias propias del calendario, nos deparará unas jornadas intensamente cofrades que, incluso, traerán bajo el brazo actos extraordinarios y dificilmente repetibles, como el que se vivirá en Juan XXIII el próximo domingo.
Allí, y con motivo del XL Aniversario de la entronización en su parroquia de la Virgen de la Anunciación, ésta saldrá en Rosario de la Aurora, recorriendo las principales arterias de la feligresía a partir de las 7.45 horas. Un culto externo de importante calado sentimental, donde la imagen irá hacia la que fue durante años su morada, en la calle Claveles 1, antiguo bloque 31, lugar en el que presidirá una eucaristía conmemorativa de aquel hecho. Ésta dará comienzo a las 9.00 horas y, posteriormente, la talla irá en andas de vuelta a su actual sede canónica.
Y, al margen de éste, habrá más actos, como por ejemplo un besamanos extraordinario los días 14 y 15, así como también un concierto de la Municipal de Gines en el templo. Todo para celebrar por todo lo alto que hace 40 años la Virgen de la Anunciación llegó a la parroquia del barrio para quedarse; la misma que abandonará por unas horas el próximo domingo bien temprano para reencontrarse con su pasado, en un acto extraordinario y que ni siquiera el sol querrá perderse. De hecho, es probable que el próximo domingo amanezca más temprano, porque nadie deseará que cuando salga en Rosario de la Aurora no le vea a su lado.
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