Esta semana nos despedimos del mes de septiembre. Tanto es así que el próximo sábado estrenaremos una nueva hoja en el calendario, la de octubre, que en Sevilla tiene un claro nombre de mujer, Rosario. Estamos a punto de entrar en uno de los ciclos de las Glorias con más peso en la ciudad, con una de las advocaciones más arraigadas y que, por ende, más veces vemos en la calle cada año. De hecho, prácticamente no hay barrio ni feligresía donde no esté presente, por lo que los cofrades somos conscientes de lo que nos queda por delante y, poco a poco, nos vamos preparando.
Y como avanzadilla de lo que está por venir, esta tarde podremos disfrutar en el Barrio León del mejor anuncio posible, de un bando que nos pondrá alerta de que algo está cambiando. Será cuando la luna comience a tomarle el relevo al sol y la Virgen del Rosario recorra el camino que separa su recoleta capilla de la parroquia de San Gonzalo, donde permanecerá hasta que, como marcan los cánones, se pasee por las calles de la feligresía, celebrando por todo lo alto su onomástica. Obviamente, no irá sóla, sino acompañada por sus fieles y un nutrido grupo de 'capillitas' que no perderán la oportunidad de verla a cielo abierto de un modo más íntimo de lo habitual.
Así, aún con dos jornadas más por completar, septiembre se disfrazará de octubre casi definitivamente, confirmando que, como delata ya el relente de las noches, el verano quedó atrás y el otoño ya ha llegado a la capital hispalense. Aunque aquí el cambio de estación no lo marca un apunte en el calendario, sino el cambio de ciclo que comenzamos a atisbar hoy, en el que las cofradías en la ciudad sólo responden a un nombre propio de mujer, Rosario. El apellido ya se encargarán de ponérselo los barrios.
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