domingo, 4 de septiembre de 2011

El susto en el cuerpo

Más allá de la JMJ, el mes de agosto nos deparó un tremendo susto para los cofrades. El protagonista fue uno de los grandes maestros del 'periodismo morado' actual, Víctor García Rayo, a quien su corazón le pidió a gritos que prolongase sus vacaciones más allá del tiempo inicialmente previsto. Un infarto le obligó a hacer estación de penitencia en la cama de un hospital y nos puso a muchos el alma en vilo, ávidos de conocer noticias no de su voz, tal y cómo estamos acostumbrados, sino de unos facultativos que poco a poco nos devolvieron la tranquilidad.

Así, como era previsible, el mundo capirotero se volcó con el pregonero de las Glorias de 2010, ya no sólo con visitas por doquier a su habitación, sino con detalles pidiendo por su pronta recuperación como la levantá que le dedicó la cuadrilla de la Virgen de Regla en Madrid, ejecutada después de que su discípulo aventajado, José Antonio Rodríguez, tocase el martillo. Y se ve que surtió efecto, porque al poco el bueno de Víctor recibió el alta, volvió a casa e inició una recuperación en la que ha dicho adiós al tabaco y se ha propuesto hacer lo propio con el stress, mientras su programa, el de 'Semana Santa de Sevilla', echaba a andar una temporada más pero sin su presencia.

Volverá pronto, porque no cabe otra, porque ni los capillitas ni él entendemos que pueda ser de otra manera. Tanto es así que, a buen seguro, todos estamos ya alerta para saber cuándo la normalidad regresará definitivamente, aportando cada uno su granito de arena a través de las redes sociales para que esta chicotá sea menos larga de lo previsto y el susto se pase cuanto antes. Y es que si hasta ahí arriba le han dado permiso para seguir contando cómo se pasea Dios por Sevilla, será por algo: porque apenas ha tenido que dar un pequeño paso atrás y todo el mundo cofrade lo está esperando.

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