miércoles, 7 de septiembre de 2011

Un pedazo de Cataluña en la Magdalena

A escasos trescientos metros del Guadalquivir y con su capilla casi ejerciendo de frontera imaginaria entre el centro de la ciudad y el camino que lleva rumbo a Triana, Sevilla guarda como un tesoro un trocito de Cataluña hecho hermandad de penitencia. Se trata de la corporación de Montserrat, cuya advocación mariana ya delata su vinculación con la patrona de la mencionada comunidad autónoma, la misma que procesiona cada tarde de Viernes Santo por las calles hispalenses y que estos días, más que nunca, recuerda su historia y lazos más allá de las fronteras.

No en vano, desde este fin de semana y durante los dos próximos meses la cofradía conmemorará los 400 años que han transcurrido desde que quedó vinculada al monasterio donde reside la 'Moreneta', lo que la convierte en la hermandad más antigua de España de cuantas veneran a esta advocación mariana. Para ello, ha diseñado un programa de actos y cultos extraordinarios a través de los cuales intentará ahondar aún más si cabe en sus raíces catalanas, acercándolas a la ciudad con mesas redondas e, incluso, una misa para celebrar el CXXX Aniversario de la coronación canónica de la 'Mare de Déu'.

Así mismo, todo finalizará el 19 de noviembre, con una solemne función en la que se conmemorará cómo hace cuatro siglos se heredó en pleno corazón de la capital de Andalucía una devoción que nació en la otra punta de España y que, con el paso de los años, ha dado como fruto una de las corporaciones más románticas de la ciudad, la que nació bajo el auspicio de la casa de los Montpensier e hizo el camino a la inversa de la Hiniesta, devolviendo así el favor a Cataluña y trayendo un trozo de ésta a la plaza de la Magdalena.

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