lunes, 26 de septiembre de 2011

Otro susto en San Lorenzo

Hace poco más de un año, el corazón de Sevilla sufrió un ataque en toda regla en San Lorenzo. Fue cuando un demente se subió al altar del Gran Poder y comenzó a golpearle, le arrancó un brazo e intentó, afortunadamente sin éxito, tirarlo al suelo (recuérdalo aquí). Pues bien, el pasado viernes, no en la basílica, sino en la parroquia otro nuevo susto puso los vellos de punta a los cofrades hispalenses, sobre todo a los hermanos de La Bofetá, que vieron peligrar durante unos instantes a sus dos titulares, en especial a la Virgen del Dulce Nombre, que se encontraba en su primer día de besamanos, y a los de La Soledad.

Todo ocurrió hacia las 19.50 horas, cuando una densa columna de humo comenzó a salir por la torre del templo, acompañado de un intenso olor a goma quemada. Todo venía provocado por unas colillas mal apagadas que fueron arrojadas al interior de un cubo y que, una vez allí, prendieron el recipiente, que una vez encontrado se intentó apagar con un extintor. Sin embargo, esto no hizo más que avivar la humareda, que se extendió rápidamente por las naves de la iglesia, obligando a su evacuación y a dar aviso a los bomberos, que tuvieron que utilizar extractores para que todo volviese a la normalidad.

Entre tanto, se vivieron instantes de tensión y nerviosismo, adoptando medidas de urgencia como la de proteger la cara de la Virgen del Dulce Nombre con un pañuelo, a fin de evitar daños en su policromía. Pero, por suerte, todo se quedó en un susto que no pasó a mayores y que, incluso, no impidió que se reanudara el besamanos como si nada hacia las 20.30 horas. No obstante, los fantasmas y el miedo volvieron a aparecer de nuevo por un punto donde el terror campó a sus anchas hace poco más de un año. Aunque esta vez no se volvió a tropezar con la misma piedra, ya que fue una pequeña imprudencia que se arregló rápido y bien. Ojalá en aquella tarde de junio de 2010 todo hubiese sido igual.

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