Dos salidas diferentes para 2012

Pocos momentos son tan especiales en una Semana Santa que cuando se abre la puerta de un templo y se ve cómo comienza a salir una cofradía. Es el instante en el que todo comienza, en el que la espera pasa a mejor vida y cada instante, pese a ser como siempre, es único e irrepetible. En este sentido, en 2012 habrá dos hermandades que vivirán con mayor intensidad esa experiencia, puesto que tras años y años poniendo su cruz de guía en la calle desde anexos o pórticos laterales de sus sedes canónicas, por fin podrán hacerlo como Dios manda, saliendo por la puerta principal de su propia iglesia.

Es lo que les sucederá a las corporaciones de Pino Montano y San Pablo. En el caso de la del Viernes de Dolores, será la culminación de un sueño que será más real que nunca el próximo día 9 de octubre, cuando una vez finalizadas las obras la nueva puerta sea bendecida por monseñor Asenjo. A partir de ahí, habrá un motivo más para contar hacia atrás hasta unas Vísperas que el año que viene serán diferentes. También será distinto el Lunes Santo en el Polígono, donde se estrenará el pórtico que acaban de instalar en San Ignacio de Loyola dentro de las actuaciones de reforma y rehabilitación de las humedades y daños que provocaron las lluvias del año pasado en las paredes y la techumbre de la parroquia (recuérdalo aquí).

De este modo, las imágenes de las salidas de ambas cofradías por portalones que no eran las entradas principales a sus respectivos templos pasarán definitivamente a ser parte del pasado en apenas unos meses. Así, tanto Pino Montano como San Pablo dan un paso más hacia el futuro, confirmando algo que ya estaba fuera de dudas pero que ahora está mucho más claro si cabe: que están absolutamente consolidadas en sus barrios y sus sedes canónicas. Atrás quedan aquellos años de tiras y aflojas entre la hermandad del Viernes de Dolores con el párroco del barrio, o las mañanas de Lunes Santo en las que echaba a andar hacia la Catedral mientras se pensaba cuándo se podría salir como todas, por la puerta principal. Será en 2012, cuando una vez más quedará claro que en nuestra Semana Santa todo será cómo siempre, pero a la vez tan diferente...