El preludio

Hoy, a las nueve de la noche, Sevilla se pondrá su traje de Cuaresma en la calle Feria. Desafiará al calendario durante apenas media hora, entre la luz de los cirios de un cortejo que irá desde la plaza de los Carros a San Martín y que, a su paso, nos irá poniendo el cuerpo en situación para lo que estamos esperando. Porque todavía no ha caído la hoja de enero, aún resta prácticamente un mes para el Miércoles de Ceniza, pero el ambiente de cofradías va creciendo a marchas forzadas.

Y lo hace, de momento, con efímeros traslados como el que hoy hará la hermandad de Montesión, que llevará al Señor de la Oración en el Huerto a la casa de su vecina de La Lanzada, donde permanecerá hasta la semana que viene para celebrar su tradicional quinario. Será un nuevo anuncio de que cada vez queda menos, que el tiempo avanza de frente y por derecho. Porque de momento, sólo es una imagen en andas, pero pronto podremos disfrutar de legiones de capirotes y pasos.

Es el preludio de lo que está por llegar, la magia de esa intimidad que llega a ser pública convirtiéndose en cofradía, la de esas primeras bullas en las aceras dispuestas a disfrutar de los retazos iniciales de algo sin lo que la ciudad sería incapaz de vivir... Porque hoy, en Montesión, se pone la primera piedra del camino final hacia la Cuaresma. Casi sin que muchos lo sepan, habiendo incluso quien no se dé cuenta. Pero está claro que esto avanza y de qué manera.