Hoy viviremos una mañana de estrenos en Sevilla. Y no sólo porque para algunos este día 2 de enero suene a comienzo de año tras pasar todo el día de ayer recuperándose de los excesos de la Nochevieja, sino porque veremos en las calles el primer paso de este 2012. Será en pleno centro, junto a las Setas de la Encarnación, y, como suele ser costumbre, pasando prácticamente desapercibido, entre unas calles abarrotadas por gente que buscan comprar los últimos regalos y aún no tienen la mente puesta en las cofradías.
Pero los más 'fatigas' sí que la tendrán. De hecho, más de uno y de dos irá a primera hora a la puerta de la Anunciación para no perderse detalle de la salida del pequeño pasito del Niño Jesús de la hermandad de El Valle, que llenará de incienso las inmediaciones de la antigua capilla universitaria cuando sólo nos separan ya tres meses del Lunes Santo. Porque la espera sigue avanzando y ya ni el Niño aguanta más tiempo en el Belén pese a que todavía tienen que venir a visitarle los Reyes Magos.
Y es que cada vez queda menos. No en vano, las Navidades todavía no han terminado y ya estamos de nuevo entre igualás y pasos. Pero así es Sevilla, una ciudad que no sabe vivir de otra manera y que en el día en el que recupera la normalidad tras cambiar el calendario verá en la calle a su primera procesión. Poco importa que la carroza del Rey Baltasar aún ni haya pasado ante nuestros ojos; aquí ni el Niño puede aguantarse. Porque el corazón de la capital hispalense, más allá de lo que marquen fiestas y plazos late al son de un llamador y el rachear de los pies de los costeleros. Si no lo creen, hoy en la Anunciación podrán disfrutar del mejor ejemplo.
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