domingo, 22 de enero de 2012

¿Será este año?

No falla. Todos los años por estas fechas aparece con más o menos fuerza el mismo runrún. Y siempre nos quedamos con las ganas de verlo hecho realidad, de disfrutar cómo Roma une a las dos orillas de Sevilla en la tarde del Jueves Santo. Ya el año pasado muchos nos hicimos ilusiones de que, de una vez por todas, sucediera el milagro y que las tropas que Julio César tiene desplegadas en torno al Arco viese de cerca a la otra Esperanza de la Madrugá (recuérdalo aquí), haciendo que el sayón que preside la delantera del misterio de las Tres Caídas aprovechase que tiene vuelta la cara hacia el Señor para decirle "mira, ahí vienen los míos". Pero, una vez más, nuestro gozo en un pozo.

Ahora, a poco más de dos meses para que vivamos el preludio de la noche más mágica de cuantas puede vivir la capital hispalense, la opción está de nuevo sobre la mesa. Hay quienes filtran que en San Gil hay predisposición para llevar a cabo la visita y que en Pureza, incluso, se ve con buenos ojos. Que quizás el mayor problema resida en los horarios, en que la visita al Virgen Macarena es inexcusable (impagables las imágenes de ilusión y felicidad de los más pequeños que nos brindaron el pasado Jueves Santo) y que después no da tiempo para tanto.

Pero como hablamos, en definitiva, de Esperanzas, no se puede descartar nada. Difícil es, por supuesto, pero no imposible. Ya se tiene perfectamente estudiado el plan que habría que seguir para llegar a la orilla más marinera de la ciudad y hacer que La Macarena y Triana se den la mano. Sólo queda saber cuándo tendrá lugar el encuentro, si en este 2012 o más adelante. Por eso, como siempre por estas fechas, hay quien al pasar por el puente se pone a imaginar plumeros y corazas cruzando el río. Y siempre suge la misma pregunta: ¿Será este año? En unos dos meses saldremos de dudas.

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