Ayer, Montesión nos hizo ver que ya todo está cambiando, que poco a poco nos vamos acercando a ese momento en el que la ciudad rezumará ambiente de cofradías por sus cuatro costados. Hoy, último sábado de enero, mientras los Carnavales prácticamente acaban de comenzar en sitios como Cádiz, volveremos a sentir en nuestras calles que la Semana Santa está cada vez más a nuestro alcance, que, por momentos, podemos llegar a experimentar cómo la rozamos con la punta de los dedos.
No en vano, esta tarde viviremos el primer Vía Crucis de los muchísimos que nos esperan. Será en el barrio de San Julián y, como viene siendo ya un auténtico clásico, con el Señor de la Buena Muerte de La Hiniesta como protagonista. Él será el encargado de que las estrecheces de la zona se perfumen de incienso, de que en pleno invierno las calles se vistan de Domingo de Ramos y, por qué no decirlo, de aumentar más si cabe la impaciencia por verlo junto a su Magdalena enmarcado entre los cuatro hachones de su paso.
Pero la cosa no acaba ahí. Porque desde el Santo Ángel saldrá el Niño Jesús de Praga, segunda procesión de este 2012 y, para muchos, primera con todos sus avios. Y así, entre el centro y la Puerta de Córdoba, seguiremos engañando al calendario; viviendo anticipos tempraneros de una Cuaresma que no puede esperar pero a la que aún le falta un poco para llegar a nuestro lado. Sólo queda el último tirón para saborearla. Quizás por eso no encontremos mejor manera para seguirnos preparando.
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