sábado, 7 de enero de 2012

De Azul Hiniesta

Quizás fue un hecho que pasó prácticamente desapercibido para muchos, sobre todo por la vorágine de compras y celebraciones en la que hemos estado inmersos durante las Navidades y, sobre todo, el pasado día 5, cuando tuvo lugar la cabalgata. Pero la torre más significativa y alta de la ciudad recibió a los Reyes Magos con una apariencia especial. No en vano, la Giralda vivió hasta la medianoche de esa jornada (al igual que otras anteriores aunque en proceso de prueba) teñida de Azul Hiniesta, llevando a la práctica una iniciativa promovida desde el Ayuntamiento y que, sin haber confirmación de ningún tipo, evocaba y mucho a la hermandad de San Julián.

Sobre todo porque en este recién estrenado 2012 se cumplen 600 años desde que su advocación Gloriosa se diese a conocer en tierras catalanas reivindicando su sevillanía (ya hablamos de ello aquí) y el patronazgo que ésta devoción mariana ostenta sobre la Casa Consistorial podría haber decantado la balanza para que el alminar de la Catedral haya sido iluminado con el color de los capirotes de sus nazarenos cada Domingo de Ramos. Cierto es que también podría deberse a una simple casualidad o a que el azul evoca al frío, propio del invierno que nos acompaña cada año durante estas fiestas...

Pero como en la capital hispalense todo se ve siempre desde el prisma de las cofradías, no fuimos pocos los que al ver a la Giralda de esa guisa defendimos que iba vestida de Azul Hiniesta, en esa noche en la que, justo tres meses después, esperamos vivir otra buena ración de magia con una nueva Madrugá. Porque puede que todo sea producto de nuestra imaginación, de estas cabezas locas que sólo piensan en pasos y túnicas por las calles, sobre todo ahora que vemos la Cuaresma a la vuelta de la esquina. Aunque tampoco es menos verdad que las casualidades pocas veces existen y que, quizás, la torre más alta de Sevilla quiso vestirse de nazarena aunque sólo fuese por probar.

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