jueves, 26 de enero de 2012

Haciendo hermandad

Desde que conocimos el robo del que había sido víctima la hermandad de Las Siete Palabras (recuérdalo aquí), todos sabíamos que, de una manera u otra, el resto de cofradías iban a tenderla la mano para prestarle toda la ayuda que necesitase. Y, como estaba previsto, eso es lo que ha ocurrido. La primera en hacerlo su vecina de Las Penas, que extraoficialmente ha acordado ponerse a la entera disposición de la penúltima del Miércoles Santo para que pueda efectuar su salida con total normalidad.

Así, el pasado lunes, en el cabildo general de salida de la corporación del Lunes Santo, sus hermanos dieron el beneplácito para prestarle cualquier enser que le hiciese falta a su compañera de parroquia, llegando incluso a contemplarse la posibilidad de que el Nazareno de la Misericordia pudiese procesionar sobre el paso del Señor de las Penas, lo que daría lugar a una estampa única, irrepetible y, por qué no decirlo, entrañable. Eso sí, de momento, y aunque Las Siete Palabras ya conoce el ofrecimiento, aún no se ha tomado ninguna decisión definitiva al respecto, sobre todo porque con una investigación policial abierta, todavía sigue abierta la esperanza a que las piezas robadas se encuentren y estén de vuelta antes de la próxima Semana Santa.

En cualquier caso, lo que está fuera de toda duda es que la actitud de Las Penas es digna de elogio y, de paso, calla a tantísimas voces críticas que señalan que el mundo de las cofradías es poco menos que una lucha de egos e intereses cruzados. A la vista está que no. Y no sólo en este caso, aunque sea el último ejemplo palmario de que las corporaciones hispalenses hacen hermandad más allá de la suya propia. Porque es en los peores momentos en los que aparece la mejor gente y eso ha quedado tremendamente claro en San Vicente.

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