sábado, 9 de febrero de 2013

La antesala de los preparativos

Aunque el calendario aún se resiste a situarnos en la Cuaresma, la ciudad comienza a rezumar ambiente cofrade por sus cuatro costados. Sobre todo, en jornadas como la de hoy, en la que el centro se llenará de incienso y pequeñas bullas en torno a dos actos externos que servirán para avanzarnos que la recta final de la espera está a punto de llegar. Dos detallitos que harán un guiño al tiempo y que harán las veces de preludio a lo que estallará con todas las de la ley a partir del fin de semana que viene.

Uno tendrá lugar en la zona de calle Feria, donde el Crucificado de la Salud de Montesión celebrará su Vía Crucis anual por la feligresía. Será una nueva oportunidad de oro para conocer y disfrutar de esta portentosa imagen de Luis Ortega Bru que no pocos esperan poder ver algún día camino de la Catedral en la tarde del Jueves Santo. Mientras tanto, en Orfila, el Señor del Soberano Poder en su Prendimiento y su Madre de Regla abandonarán momentáneamente su capilla para ir a la iglesia de la Misericordia, donde realizará sus cultos en lugar de donde lo venía haciendo hasta ahora, en la vecina parroquia de San Andrés o, incluso, San Martín. En cualquier caso, no le faltará compañía en su camino, aunque no esté presente el resto de su impresionante misterio.

Y entre uno y otro, a la vez que siguen las igualás en varias hermandades, consumiremos este último sábado de Precuaresma, de ese tiempo ordinario que, como todo en Sevilla, viene salpicado de cofradías que, en este caso, continúan anunciando que el letargo del invierno llega a su fin y que, poco a poco, la primavera llama a la puerta cada vez con más fuerza. Porque así ha sido siempre y no iban a cambiar las cosas ahora, cuando nos morimos de ganas de que se acerquen los días grandes y, de una vez por todas, podamos disfrutarlos como Dios manda.

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