Entre el 3 y el 5 de mayo de este año, Roma será la sede de las Jornadas Mundiales de las Cofradías, un evento que durante las últimas semanas, debido a la repercusión de la convocatoria del Vía Crucis Magno del 17-F, había dado lugar a cierto runrún sobre la posibilidad de que alguno de nuestros titulares viajase allí para procesionar de manera extraordinaria. Hubo quienes, incluso, llegaron a apuntar dos nombres. Uno, el de la Virgen de la Estrella, por la que siente debilidad Asenjo. Otro, el de la Virgen de Regla, que ya estuvo en la JMJ de 2011 y a la que, tras ver cómo el Señor del Prendimiento se quedaba fuera del acto central del Año de la Fe, muchos colocaban rumbo al Vaticano, dada la estrecha relación existente entre Palacio y la corporación en los últimos años.
Sin embargo, no ocurrirá nada de eso. O, mejor dicho, no con tallas marianas de nuestra ciudad. Porque la Conferencia Episcopal, que se reunió hace un par de semanas en Ferrol, descartó que se llevase a cabo una procesión magna, aunque no que alguna imagen española viajase hasta el Vaticano con motivo de tal efeméride. En este sentido, se habla de un posible traslado desde la iglesia de Montserrat, donde está destinado el cardenal Amigo Vallejo, hasta las inmediaciones de San Pedro, un recorrido que, de llegar a tener que ser cubierto por alguien, será por la Virgen Peregrina de los Desamparados de Valencia.
De este modo, se desvanece ese sueño que muchos tenían de ver un palio hispalense avanzando entre marchas por una de las ciudades más grandes de la cristiandad. Como ya ocurrió hace años con la Virgen de la Estrella, que a punto estuvo de salir de Santa María Maggiore, se quedarán con las ganas y tendrán que esperar a otra ocasión. A menos de que la situación cambie radicalmente a lo largo de los próximos meses, algo que parece improbable, aunque, como ocurre con cualquier cosa en esta vida, todo podría llegar a pasar.
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