viernes, 14 de marzo de 2014

Cumpliendo su función

Segundo viernes de Cuaresma y, una vez más, los Vía Crucis se multiplican por nuestras calles. De hecho, iniciaremos la recta final de la semana con Cristos en andas casi por cualquier rincón de la ciudad, respirando esa mezcolanza de incienso y azahar que sirve para dejarnos bien claro que la vieja Híspalis se acerca a pasos agigantados a sus días grandes. Nos lo recordarán hasta cinco cultos externos en los que, curiosamente, las penitenciales tendrán una presencia menor en comparación a la de titulares de Vísperas, Prevísperas e, incluso, 'Ilegales'.

No obstante, el único representante de la nómina oficial que veremos a cielo abierto será de campanillas. Se tratará del Señor de las Misericordias, de Santa Cruz, que paseará por las principales arterias de su feligresía dando lugar a bellísimas estampas de una sevillanía innegable. A buen seguro, no serán pocos los que sueñen con que dentro de justo un mes el paseo sea mucho más largo, entre capirotes y túnicas, así como acompañado por la Virgen de la Antigua y, a lo lejos, por su Madre de los Dolores. Todo como fiel reflejo de la resurrección de un Martes Santo que estamos deseando volver a tener entre nosotros.

Y ya en los barrios, la explosión cuaresmal se dejará notar mucho más. Por ejemplo, en Las Avenidas, donde debutará en un Vía Crucis el Cristo de la Piedad, titular de la asociación Salud y Esperanza. Mientras, los vecinos de Juan XXIII disfrutarán de la presencia del Señor del Poder, algo que también ocurrirá en Rochelambert, donde el Crucificado de la Paz devolverá la visita a sus fieles. Además, en Padre Pío-Palmete hará lo propio el Señor de la Salud y Clemencia, completando una nómina de cultos externos que, unidos a los ensayos y conciertos, seguirán acelerando la cuenta atrás hacia una nueva Semana Santa, cumpliendo a la perfección la función para la que fue concebida la Cuaresma.

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