Un museo de la Pasión

El 2013 quedó definitivamente atrás y con ello también las celebraciones extraordinarios del Año de la Fe. Sin embargo, en estos primeros compases de 2014 ha tenido lugar un Vía Crucis atípico y digno de mención que muchos han podido disfrutar tirando de coche y autovía. Ha sido en Ronda, donde se ha conmemorado el XXV Aniversario de la Agrupación de Hermandades y Cofradías de la localidad, convirtiéndola en un auténtico museo de la Pasión en el que se han combinado a la perfección la belleza de varios de sus enclaves y la de las propias imágenes religiosas.

Así, durante la tarde del jueves 27 y toda la jornada del viernes 28 se dispusieron altares efímeros presididos por los titulares de las diferentes corporaciones del municipio, fundiéndose con el paisaje y dando lugar a estampas únicas y difícilmente repetibles. Por ejemplo, y entre muchos otros, se pudo ver al Crucificado de los Remedios en la Alameda del Tajo; el Señor Yacente y la Virgen de la Soledad en el Patio del Picadero de la Maestranza rondeña o al misterio de la Sagrada Columna en la Plaza del Gigante. Con todo ello, este enclave malagueño encontró una nueva forma de aunar turismo y devoción, llamando poderosamente la atención de todo el que pasaba por sus calles.

En definitiva, una propuesta innovadora y diferente que ha enseñado a todos los tesoros de la Semana Santa de esta localidad centrándose solo en las imágenes, ya que ninguna iba sobre sus pasos. Quizás de este modo, a alguno le pique la curiosidad y se anime a visitar Ronda dentro de 41 días, cuando estos mismos titulares, entre túnicas y capirotes, recorran sus principales arterias sobre pasos. Entonces, el municipio volverá a ser un auténtico museo de la Pasión, aunque, eso sí, con un decorado que, pese a mantener puntos en común, también será distinto.