Para aprovechar la mañana

Hoy, primer domingo de Cuaresma, cerraremos la semana con un marcado sabor cofrade. Como en los dos días anteriores, con cultos externos y sones de marchas. Aunque, curiosamente, todo se desarrollará por la mañana, invitándonos a madrugar más allá de lo que indique el calendario, cambiando eso de "al séptimo día descansó" por un no menos productivo "disfrutó". No en vano, durante apenas unas horas y en un espacio de apenas unos centenares de metros tendremos prácticamente de todo, situándose todas nuestras operaciones en la zona del Arenal.

Allí, la plaza de Molviedro retumbará al ritmo que marquen las bandas participantes en el certamen que, como cada año, organiza por estas fechas la hermandad de Jesús Despojado. De este modo, el antiguo Compás de la Laguna irá poniéndose en situación de cara a lo que dentro de poco más de un mes vivirá en la tarde de un nuevo Domingo de Ramos que, esperemos, brille más que el sol. Paralelamente, tendremos hasta dos traslados que derramarán incienso y bulla por calles adyacentes, con aires de Miércoles Santo y Viernes Santo, pero ambos teñidos de ese azul que tanto carácter imprime al barrio.

Porque desde las parroquia del Sagrario volverá a casa el Señor de la Salud de La Carretería, mientras que sus Vecinos de la calle Adriano, el Cristo de la Misericordia y la Virgen de la Piedad, titulares de El Baratillo, harán lo propio saliendo del Hospital de la Caridad con destino a su capilla. Todo en apenas unos metros y unas horas, regalándonos una mañana de domingo como Dios manda, de ésas que con los naranjos preñados ya de azahar nos recuerdan que la cuenta atrás avanza a pasos agigantados, hasta el punto de sentir que una nueva Semana Santa está llegando con ganas de llamar a la puerta.