A las puertas de la gloria

Una semana. Ese es el tiempo que separa a Sevilla de esa jornada en la que a quien no estrena se le caen las manos, de esa mañana de palmas que se convierte en tarde de túnicas y capirotes que buscan la Catedral. Porque hoy es Domingo de Pasión, lo que nos deja a tan solo siete días de que cambiemos el apellido al día y lo hagamos más hispalense, añadiéndole ese 'de Ramos' que estamos deseando ver aparecer en el calendario. Y precisamente en jornadas como las de hoy veremos ese 'bautizo' más cerca que nunca, con una jornada que dejará en nosotros esa sensación de que estamos más cerca que nunca de la gloria.

Nos lo anunciará al mediodía Francisco Berjano, quien pronunciará el Pregón desde el atril del Maestranza. Será a través de un texto que ya se sabe que será corto (se estima que durará en torno a hora y veinte) y poco efectista, dominando la prosa sobre el verso y con un altísimo contenido cristiano. Un acto que será el pistoletazo de salida a un día que continuará en la calle y los templos, que se llenarán de fieles en busca de besamanos y pasos montados, confirmando de primera mano que ésto ya está a la vuelta de la esquina, que prácticamente lo rozamos con la punta de los dedos.

Y más aún cuando por la tarde Jesús Despojado salga en Vía Crucis por su feligresía antes de subir a su misterio, esperando un Domingo de Ramos que ya está a la vuelta de la esquina. Como también ese Martes Santo que se intuirá aún con más fuerza en San Esteban, cuando el Señor de la Salud y Buen Viaje comience a estar enmarcado entre los sayones de su paso. Señales, en definitiva, de que los días grandes se van acercando a pasos agigantados a la vieja Híspalis, que está ya a las puertas de una gloria que solo entiende en clave pasionista.