miércoles, 23 de abril de 2014

Detalles Semana Santa 2014 (II): Los días que recuperamos

A diferencia de lo ocurrido durante los tres últimos años, en los que estuvimos pendientes de cabildos de oficiales y partes meteorológicos, en esta Semana Santa de 2014 por fin hemos podido hemos tenido que preocuparnos sobre dónde y cómo ver a cada cofradía, viendo que los programas de mano se encargaban de marcarnos el ritmo de cada jornada. De hecho, prácticamente todas las hermandades que se quedaron sin hacer su estación de penitencia en 2013 pudieron resarcirse en esta edición de los días grandes. La única excepción fue La Resurrección, que pese a salir tuvo que regresar apresuradamente a cada por culpa de la lluvia.

Con todo ello, nos reencontramos con corporaciones como Torreblanca, La Milagrosa, San Roque, La Amargura, La Sed, San Bernardo, El Buen Fin, La Soledad de San Buenaventura, La O, San Isidoro, Montserrat y La Mortaja, que el año pasado no pudieron abandonar su templo, e, incluso, con casos tan curiosos como el de La Hiniesta, que tras dos intentos fallidos consecutivos por fin pudo sacar todo su cortejo a la calle. Aunque para recuperación, la del Martes Santo, que 1477 días después, o lo que es lo mismo 4 años (uno de ellos bisiesto) y 16 días más tarde, regresó con todo su esplendor. 

Fue una jornada marcada por las emociones y un cielo limpio desde donde el sol no paró de hacer de las suyas. En cualquier caso, la vieja Híspalis agradeció que el termómetro causase algún estrago, puesto que se llevaba esperando demasiado para disfrutar de una de las jornadas más importantes de nuestra Semana Santa. Así, la ciudad se echó a la calle desde primera hora, acompañando a El Cerro en su camino hacia el centro, repartiéndose después para estar al lado de Los Javieres, San Esteban, Los Estudiantes, San Benito, La Candelaria, La Bofetá y Santa Cruz. Por ello, no es de extrañar que puntos estratégicos como la zona de la Alfalfa quedasen prácticamente colapsadas de público, haciendo que muchos tuviesen que desistir en su intento para lograr obtener un sitio allí y probasen fortuna en otras zonas que también estuvieron atestadas, como la Puerta Jerez, la Gavidia o el Salvador, donde se comprobó que el cambio de recorrido de Santa Cruz ha sido una elección acertadísima. En definitiva, y más allá de algún que otro retraso en Carrera Oficial, todo salió a pedir de boca y que permitió que nos recuperar una jornada que muchos creíamos ya perdida.

Y si bonito fue el reencuentro con el Martes Santo, tampoco lo fue menos el que tuvo lugar el Viernes Santo con La Carretería y El Cachorro, ausentes también durante los tres últimos años. Ambos también disfrutaron de un cielo en el que las nubes solo aparecieron para adornar y ofrecer sombra, pese a que dieron algún que otro sustillo en forma de chispeo a primera hora. Fue solo un espejismo, porque tanto la corporación del Arenal, con sus elegantes nazarenos de terciopelo azul y su imponente misterio, como la trianera, con ese expirante Cristo a cuyas plantas se postra toda Sevilla, se echaron a la calle sin problemas y en loor de multitudes en cada punto de su recorrido. De este modo, saldábamos casi todas nuestras cuentas pendientes con la lluvia. Lástima que ésta decidiese volver a dejarnos algo a deber en el último momento, impidiendo que La Resurrección completase el pleno absoluto y su estación de penitencia. Un borrón que habrá que subsanar en 2015, tras un 2014 en el que el tiempo nos permitió recuperar casi todo lo que nos había quitado en los últimos tres años.

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