sábado, 26 de abril de 2014

Detalles Semana Santa 2014 (V): Sometidos al reloj

Desde la pasada Cuaresma sabíamos ya que el Consejo se iba a poner muy exigente en cuanto al cumplimiento de los horarios, sobre todo en Carrera Oficial. De hecho, así se había anunciado públicamente desde San Gregorio, llegando a señalarse que se utilizaría incluso un GPS para tener controlada la ubicación de cada hermandad. Este último extremo, pese a ser presentado a bombo y platillo, no funcionó durante los días grandes. Sin embargo, las cofradías sí se aplicaron el cuento en lo relativo al tiempo de paso desde Campana hasta la Catedral, protagonizando grandísimos esfuerzos para cumplir con lo previamente establecido.

De este modo, prácticamente no se registraron retrasos significativos y hasta pudieron verse situaciones peculiares que reflejaban la preocupación de las corporaciones por no dejar minutos o, en su defecto, de recuperarlos. Por ejemplo, el Martes Santo asistió a cómo los nazarenos de La Candelaria pasaban por Campana de tres en tres para subsanar los excesos que ya llevaba el día. Igualmente, encomiable fue la labor de La Macarena, que entró a tambor y hasta dejó adelanto. No obstante, en el otro lado de la balanza está La Esperanza de Triana, que primó el lucimiento de sus pasos, haciendo que Los Gitanos pidiesen la venia 18 minutos más tarde de lo inicialmente previsto, haciendo que el Señor de la Salud tuviese literalmente que adelantar a varios de sus tramos para deshacer el entuerto.

En cualquier caso, ésa ha sido la única excepción reseñable de una Semana Santa en la que todas las hermandades han puesto su granito de arena para evitar grandes retrasos que tradicionalmente siempre se han dejado sentir con mayor crudeza en el itinerario de vuelta de las últimas de cada jornada. Ahora habrá que esperar que ésto no sea flor de un día, sino la primera piedra de una nueva etapa en la que cada una no piensa en singular, sino en ese plural que conforma la nómina, aunando esfuerzos para el beneficio común y, sobre todo, de la organización de una fiesta que se ha llevado demasiado tiempo ajena a los designios del reloj.

No hay comentarios:

Publicar un comentario