sábado, 5 de abril de 2014

Un ensayo general

Sevilla ya no puede aguantar más sus ganas de Semana Santa. Es consciente de que en seis días, siempre y cuando la meteorología no lo impida, podrá ver por las calles a los primeros nazarenos, por lo que las ansias de pasos aumentan a pasos agigantados a cada segundo. De hecho, ya han salido con todos sus avíos el Señor de la Caridad en su Tercera Caída de Los Príncipes, el del Perdón de La Corza y su homónimo de Santa Teresa (sentimos que se nos escapase en la actualización de ayer, pero, por más que lo intentamos no somos capaces de poder estar al tanto de todo en clave capirotera), aunque no será hasta hoy cuando vivamos una tarde de procesiones casi como Dios manda.

Porque por unas horas la Cuaresma cambiará su nombre para convertirse en las Prevísperas, con un Sábado de Gloria en el que hasta diez corporaciones se pondrán en la calle, ofreciéndonos prácticamente de todo. Por ejemplo, tendremos los dos primeros palios de este 2014. Uno paseará por el Polígono de San Pablo, enmarcando entre sus varales y bambalinas a la Virgen de la Humildad. El otro acaparará flashes y miradas en Los Arcos, llevando en su seno a una Virgen de las Maravillas que regresa a esta jornada. También habrá sabor mariano en Triana, donde la Virgen del Consuelo devolverá la visita a sus vecinos tras más de una década sin poder hacerlo. Y también en Amate, junto a una clásica de estas fechas con una advocación que sabe a Patrona y verano: la Virgen de los Reyes.

Incluso, habrá conversaciones entre Madre e Hijo en Rochelambert, sobre el único paso de Paz y Misericordia, asociación que sigue caminando con paso firme y decidido hacia el futuro. Con más problemas aunque idéntica ilusión lo hace también Clemencia y Fe, que repite la misma escena en su reencuentro con las Prevísperas, pese a que ya piensa en un misterio mucho más nutrido de figuras de cara al futuro. En este sentido, y mientras se avanza a la hora de ejecutarlo, el único que procesionará hoy será el del lavatorio de Amor y Bondad de Sevilla Este, que compartirá protagonismo en la zona con ese Señor del Consuelo que pasea a la sombra de un olivo. Algo que también hará el Señor del Prendimiento de la calle Manuel Altolaguirre, que se estrena en estas lides, como también el Cristo de la Abnegación de San Bernardo, que acercará aún más si cabe los días grandes al barrio más torero de la ciudad.

Y todavía quedarán Vía Crucis como los del Señor Atado a la Columna de Las Cigarreras, el del Cristo de la Redención, el del Crucificado del Perdón de Los Panaderos, el del Señor de los Desamparados del Santo Ángel o el del Cristo de Burgos. Incluso, habrá conciertos en diversos templos, que reforzarán la importancia de esta jornada en la que el tiempo vuela entre volutas de incienso y marchas. Porque, a pocas horas de que Francisco Berjano anuncie a Sevilla una nueva Semana Santa con su Pregón, la vieja Híspalis estará viviendo el ensayo general de su gran fiesta, esa de la que apenas nos separan unos días, pero que ya tocamos con la punta de los dedos en los barrios.

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