lunes, 28 de abril de 2014

Esperando un regreso

Todavía tenemos fresco en la memoria el recuerdo de la última Semana Santa pero en nuestras hermandades ya se mira al futuro, intentando que todo esté en las mejores condiciones posibles para 2015. Así, muchas sueñan ya con el próximo Domingo de Ramos, que se podría vivir de manera diferente en San Julián, templo que desde el pasado sábado se nota algo más vacío. No en vano, falta uno de sus inquilinos más importantes, el Señor de la Buena Muerte, que durante los próximos ocho meses estará bajo la atenta mirada de un Pedro Manzano que se ha comprometido con La Hiniesta a devolverlo como nuevo.

Se trata de una medida que ya estaba acordada desde abril del pasado año (recuérdalo aquí) y que tuvo a la Dolorosa de la corporación como protagonista entre finales de 2013 y principios de 2014 (míralo aquí). Ahora le toca el turno al Crucificado, que no regresará a su casa hasta diciembre o enero. Entonces, sus devotos comprobarán si el imaginero trianero le devuelve su policromía original, muchísimo más clara que la actual, o mantiene en parte ese tono moreno tan característico de la talla en los últimos años y a cuyo abrigo muchos aprendieron a rezarle. 

Sea como fuere, lo importante es que vuelva en las mejores condiciones posibles, presto y dispuesto para ser reestrenado el próximo Domingo de Ramos. Mientras, se contarán los días que pasan sin que Él esté en San Julián, donde lo esperará su Madre de la Hiniesta, tanto en su advocación Dolorosa como Gloriosa, su Magdalena, que se sentirá más sola que de costumbre, y todos los que le quieren. Una espera que se hará larga y que finalizará prácticamente con el calendario de este año, justo cuando empecemos a soñar con una nueva Semana Santa que hoy recordamos tan cerca y que, en 2015, vivirá prácticamente como nuevo el Señor de la Buena Muerte.

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