sábado, 12 de abril de 2014

El broche de oro para la Cuaresma

Todo cofrade es por naturaleza impaciente. Está acostumbrado a mirar siempre al futuro, a esperar e, inconscientemente, no aprovechar como se merece el presente. Y eso se nota sobre todo en jornadas como las de hoy, Sábado de Pasión, en la que todo el mundo cuenta las horas para reencontrarse de nuevo con ese Domingo de Ramos que ya es inminente. No obstante, las Vísperas siguen intentando cambiar esa dinámica, invitándonos a tirar de autobús o coche para aprovechar al máximo la tarde, disfrutando de lo lindo con las cuatro hermandades que nos regalarán sensaciones que algún purista aún se negará a sentir horas más.

Aunque, en este sentido, la paciencia ganará la partida a cualquier tradicionalismo en Torreblanca, donde, tras unos meses algo convulsos, se aparcará cualquier debate o cisma interno para que todo el barrio aproveche su día grande, echándose en masa a la calle para acompañar a su cofradía. Así, sobre un mar de cabezas, avanzará elegante y sin perder jamás el compás el misterio del Señor Cautivo ante Pilatos, pero también el palio de la Virgen de los Dolores, Reina de este punto de orígenes obreros y que cada año por estas fechas, desde hace casi dos décadas, ve cómo Sevilla deja aparcados los estereotipos y prejucios para formar por unas horas parte de él.

A pocos kilómetros de distancia, en Alcosa, el protagonismo será para el Nazareno del Divino Perdón, que tendrá como cirineo a todos sus vecinos, quienes desde hace un año tienen el corazón algo dividido. No en vano, no fueron pocos los que conocieron el pasado Sábado de Pasión a la Virgen de la Purísima Concepción y quedaron prendados de su belleza, algo que ahora provoca que se tenga que repartir el cariño entre los titulares de esta corporación cada vez más consolidada, tanto por historia y apoyo de su gente, como por el interés que despierta entre los cofrades, que abarrotan cada palmo de su recorrido.

Algo parecido le ocurrirá a San José Obrero, la benjamina de las penitenciales hispalenses y que ya el pasado año, durante su estreno, sorprendió a muchos por su buenhacer. De hecho, y al abrigo del gran sabor de boca que dejó su primera salida, muchos no dudarán en acercarse a su feligresía para disfrutar del Nazareno de la Caridad y la Virgen de los Dolores, todo teñido de ese azul tan característico de esta corporación y que a gran parte de los cofrades les recordará a ese que con los reflejos del raso pondrá mañana en la calle La Hiniesta.

Y sin capirotes pero con muchísimas ganas de tenerlos en sus filas, Nervión se convertirá en un trocito de Israel por el que incluso pasará el río Cedrón. Será gracias al primer paso de la agrupación parroquial de La Milagrosa, donde el Señor de la Esperanza, en su imponente misterio, no solo avanzará bajo la atenta mirada de los centuriones que lo escoltan en la escena, sino también por las de su propia Guardia Judía, de muchísimos fieles y, desde la distancia, de su Madre del Rosario, que, como los cofrades, harán suyo eso del 'Carpe Diem', pero sin perder jamás de vista que mañana es Domingo de Ramos.

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