Estamos prácticamente a las puertas del penúltimo fin de semana de la Cuaresma, último que se desarrollará sin nazarenos por las calles. Las Prevísperas esperan pacientemente su turno, sabiendo que su entrada en escena es absolutamente inminente, dando mayor ambiente si cabe a unos días en los que se van a multiplicar también los cultos externos y conciertos. Todo para seguir poniéndonos en situación de cara a la recta final de una espera que sigue dándonos señales de que esto ya está aquí, de que prácticamente podemos rozar ya con la punta de los dedos un nuevo Domingo de Ramos.
Tanto es así que hoy mismo tendremos por las calles un traslado que nos dejará aún más cerca si cabe esa jornada que da sentido a la primavera hispalense. Tendrá lugar en pleno centro y con aires de Vía Crucis, llevando a los titulares de San Roque, el Señor de las Penas y la Virgen de Gracia y Esperanza, desde el convento de San Leandro hasta la iglesia de Santiago, desde donde iniciará dentro de apenas diez días su estación de penitencia (recuérdalo aquí). Un destino al que arribará tras pasear en andas por las principales arterias de la judería, pasando por puntos tan insignes como la Plaza de Pilatos, San Esteban o Imperial.
Un recorrido bellísimo y que, a buen seguro, se convertirá en un mar de cabezas que acompañarán a ambos en cada centímetro que anden. Mientras tanto, sus pasos, prácticamente preparados para el Domingo de Ramos, les esperan en Santiago, como también el Señor de la Redención y la Virgen del Rocío, que les darán compañía hasta que las túnicas y capirotes tomen la ciudad. En definitiva, no hablamos de un simple traslado más, sino de una señal inequívoca de que una nueva Semana Santa está a la vuelta de la esquina, regalándonos una novedad que estamos deseando ver hecha realidad.
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