Hoy acaba uno de esos pocos parones cofrades que nos encontraremos en el camino hasta finales de año. Porque con las Glorias ya en funcionamiento y la hoja de mayo brillando con luz propia en el calendario, Sevilla es consciente de que los fines de semana serán propiedad de las procesiones casi a perpetuidad, aunque para volver a confirmarlo de primera mano habrá que esperar un poco. Al menos, hasta que las luces del Real de la Feria se apaguen hasta el año que viene, puesto que mientras los farolillos acaparen protagonismo las cofradías se tomarán un descanso.
Se trata de una de esas normas no escritas por la propia ciudad y que, pese a todo, se respetan como si de una ley se tratase. Algo que se repite anualmente sin saber bien la razón, pero que se acepta sin reparos en la vieja Híspalis. De hecho, a nadie se le escapa que mientras en Los Remedios resuenan sevillanas y risas cualquier otro barrio podría ser el escenario perfecto para una salida procesional. Sin embargo, las corporaciones prefieren esperar. Son conscientes de que, a fin de cuentas, en la Feria se habla sobre todo de la Semana Santa, por lo que la cuota cofrade en estos días está más que cubierta.
Además, tampoco cuesta nada dar un pasito atrás durante unos días, puesto que el resto del año estará protagonizado por las Glorias, 'Ilegales' y salidas extraordinarias. Quizás por eso nuestras hermandades prefieren aprovechar este parón para tomar impulso de cara a lo que queda, que es muchísimo. Solo hace falta echar un vistazo a la agenda prevista para este mes para darnos cuenta de lo que nos regalará mayo. Y el Junio Eucarístico está a la vuelta de la esquina y el Julio Carmelita, previo al parón de agosto, el retorno cofrade de septiembre, el Octubre del Rosario, ese noviembre de luto o un diciembre que nos regalará los últimos retazos letíficos. Todo un sinfín de momentos irrepetibles que vendrán tras esta pausa causada por los farolillos.
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