domingo, 4 de mayo de 2014

Una excepción para empezar

Aunque, formalmente, las Glorias arrancaron el pasado día 29 con el traslado de la Divina Pastora de San Antonio a la Catedral (recuérdalo aquí), donde presidió el Pregón de Carlos Crivell, hay quienes todavía se resisten a dar el ciclo por inaugurado. De hecho, no son pocos los que dicen que la salida de la citada titular letífica, pese a llevarse a cabo con todos sus avíos, no puede considerar una procesión en toda regla, por lo que habría que esperar a la primera que se produce en tiempo y forma, que, curiosamente, tiene lugar prácticamente siempre por estas fechas y en el mismo barrio: San José Obrero.

Allí, la paradoja quiere que ese periodo cofrade en el que Sevilla se convierte en la 'Tierra de María Santísima' viva su primera tarde grande no junto a una Virgen, sino al lado de su marido. Porque será precisamente éste, San José, el que recorra las calles de su feligresía en loor de multitudes, sobre ese paso en el que se entremezclan a la perfección la madera y plata, hasta el punto de que no hace demasiado, el pasado Sábado de Pasión, sirvió también de altar itinerante para el Nazareno de la Caridad. Ahora, en cambio, volverá a portar a su dueño de siempre, ese Patriarca que es Patrón del barrio y que lleva a gala su condición de miembro de la clase obrera, luciéndolo como un apellido que lo pone del lado de sus fieles.

Él será para muchos el encargado de dar definitivamente vía libre para que las Glorias se hagan con la ciudad. Se convertirá en el gran protagonista de la tarde y, a fin de cuentas, en el primero en salir a cielo abierto en un ciclo durante el que, salvo contadísimas excepciones, la vieja Híspalis vivirá por y para disfrutar de la compañía de la Madre de Dios. Aunque, en este primer domingo de mayo será su esposo, ése que pasa desapercibido para muchos a lo largo del resto del año, el que acaparará flashes y miradas. Todo antes de que la Feria vuelva a pararlo todo una semana, aunque para entonces, y sin margen para la duda, ya sabremos que el periodo letífico ya ha comenzado definitivamente.

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