Llega mayo

Ya sea porque ha terminado agobiada por los efectos de este calor primaveral disfrazado casi de veraniego o debido a que el propio paso del tiempo obligaba a ello, la hoja de abril ya ha caído de nuestro calendario. Como relevo nos encontramos con la de mayo, que arranca vestido de fiesta e, incluso, con una hermandad de Gloria en la calle. Será la Divina Pastora de San Antonio, que tras presidir ayer el pregón del ciclo letífico pronunciado por Carlos Crivell hoy regresará a casa en loor de multitudes. Y es que, aprovechando que no es laborable, nadie se querrá perder un detalle de su procesión, que servirá de anticipo a todo lo que tendremos por delante a lo largo y ancho de los 30 días siguientes, prestando especial atención a María Auxiliadora.

Porque mayo, a grandes rasgos, marca el inicio de un nuevo tiempo en la capital hispalense. No es solo el mes de las Glorias, que poco a poco van a ir tomando el mando, manteniendo su protagonismo hasta que la Virgen del Rocío cierre este periodo a las puertas de las Navidades, el 22 de diciembre. Pero todavía habrá más. Por ejemplo, las 'Ilegales', que ya empezaron a dar señales de vida antes de la Semana Santa, volverán a hacerse sitio cada fin de semana dentro de poco, sirviendo de compañía a las procesiones letíficas y dando, además, color y olor cofrade a distintos barrios de la ciudad.

Y la cosa no acabará ahí, porque tendremos también la gran extraordinaria de los últimos tiempos, la del L Aniversario de la Coronación Canónica de La Macarena (de la que mañana daremos todos los datos). Además, habrá Rosarios Vespertinos e, incluso, la cantera de nuestras hermandades se hará oír a través de las diferentes Cruces de Mayo que veremos por las calles, demostrando que esta fiesta se encuentra más viva que nunca y que el relevo está asegurado. De hecho, es precisamente eso de lo que se encargará mayo, un mes que llega cargado de fuerzas e ilusión para recoger el testigo de un abril marcado por las penitenciales. Una hoja del calendario que comenzará a desarrollar su labor consciente de su innegable importancia, pues llevará la voz cantante para todos los que vengan detrás.