lunes, 12 de abril de 2010

El numerito de Manolito

La 'mojá' que cogió la hermandad de San Pablo el pasado Lunes Santo ha sido uno de los principales temas de conversación durante la pasada Semana Santa. Desde el primer momento, no faltaron voces que criticaron la medida de ir a paso de mudá hasta El Salvador en lugar de refugiarse en San Benito, pese a que la corporación del Polígono defendió que no lo hizo porque sus pasos no cabían. A pesar de ello, muchos desconfiaron de tales afirmaciones, señalando que las medidas de la entrada principal a la parroquia mide exactamente igual que la Puerta de Palos de la Catedral, por lo que podría entrar en ella cualquier paso. Sin embargo, desde la hermandad del Cautivo y Rescatado no se quiso entrar en polémicas....

...hasta el pasado martes. Entonces, su hermano mayor, Manuel Márquez, no dudaba en afirmarle a Víctor García Rayo en  Punto Radio que tanto el misterio como el palio pasaban por la puerta, por lo que podrían haberse refugiado en el templo de La Calzá, algo que desestimaron para no molestar a la corporación de San Benito cuando, al día siguiente, tuviese que montar su cofradía. Es más, Márquez manifestó que el paso de Cristo no habría podido entrar el año pasado, pero que tras haberse retocado la posición de los ángeles de las esquinas de la canastilla, no habría habido ningún problema. Por si fuera poco, el mandamás de San Pablo declaró que otro motivo por el que decidió seguir hacia adelante fue "por la norma que dice que si una cofradía entra en un templo a refugiarse o en la Catedral, se termina su estación de penitencia".

Inaudito. O sea, que con el aguacero que le estaba cayendo a la hermandad y toavía se planteaba seguir adelante. Increible que un hermano mayor, quien se supone que debe mirar más que nadie por todo el patrimonio de la corporación que preside, haya actuado así y, encima, crea haberlo hecho bien. ¿Qué pasa, que da igual que se mojaran los 800 nazarenos que acompañaban al Señor Cautivo y Rescatado (cuyo paso estrenaba dorado) y a la Virgen del Rosario? Si hasta San Benito les ofreció cobijo en su templo y cabían, ¿por qué seguir más adelante? Y esa norma, ¿dónde está escrita? ¿sabe este 'señor' que hay hermandades que han pasado hasta dos veces por Campana (Jesús Depojado) por haberse refugiado antes de llegar a la Catedral y cumplieron su recorrido entero? En cuanto a lo de no molestar, ¿no había posibilidad de haber vuelto en el primer claro que hubiera, sobre todo teniendo en cuenta que el día no estaba cerrado en agua? ¿y qué hay de templos como San Roque o la Inmaculada Concepción (La Sed)?

Ridículo. Es cierto que se trata de decisiones que se tienen que tomar en segundos y en momentos de mucha tensión, pero se puede ser tan irresponsable y menos aún cuando diriges una hermandad nueva y Sevilla te mira con lupa. Flaco, flaquísimo favor es el que le ha hecho Manuel Márquez a San Pablo siendo el causante de una situación como la del pasado Lunes Santo. Porque, ¿qué habría pasado si algún costalero se hubiese lesionado por el esfuerzo o un resbalón? ¿y si se hubiese perdido un pequeño que saliera de nazareno? Un hermano mayor debe tener muy en cuenta las consecuencias que pueden tener sus decisiones y, en la mayoría de los casos, ser egoista cuando se corre peligro, como era el caso, mirando por el bien de la cofradía ante todo.

Pero en este caso, no ha sido así. Al final, con su forma de actuar ha dado la razón a aquellos que decían que todo se había ideado así para darse un baño de masas durante el regreso el Domingo de Resurrección. Y lo más triste de todo es que hay quienes dicen que la hermandad de San Pablo, tras lo de este año, no debería volver a pasear por Sevilla rumbo a la Catedral. Se equivocan, quien no lo merece es un hermano mayor al que le ha venido demasiado grande el cargo y no ha sabido estar a la altura. Y es que, a tenor de lo acontecido, la corporación del Polígono, además de los críticos que por su juventud la censuraban, se ha encontrado con el mayor de los enemigos en su propia casa.

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