domingo, 14 de noviembre de 2010

Al Amparo de las Glorias

Así vamos a estar hasta final de año, puesto que sólo nos quedan por delante las últimas procesiones letíficas de este 2010. La primera de ellas, esta misma tarde, en La Magdalena, por cuya feligresía paseará la Virgen del Amparo en loor de multitudes. Lo hará como siempre, destilando clasicismo y solemnidad en una zona en la que el centro mira de cerca un río que parece prestarle Triana. Sin embargo, sus aguas no verán de cerca la cara de esta talla que dará color y olor cofrade a un centro que, dentro de muy poco, comenzará brillar con la luz de las navidades.

Pero antes de que eso ocurra, volverán una vez más las bullas a sus aceras, las esperas entre filas de cirios e insignias que preceden a un paso de Gloria en el que el cofrade, que sigue deshojando la margarita de la espera, llega a encontrar todo su Amparo. Hoy, con una Virgen con esa misma advocación y un sabor decimonónico que nos traladará a otra época, a pesar de que el calendario y la manga larga nos confirmen que estamos a mediados de noviembre de 2010.

Es la magia de las cofradías en Sevilla, que no entienden de fechas, pero sí de tradiciones, como la de una Virgen del Amparo que inaugura el tramo final de las Glorias. Esas a las que apenas le quedan un mes de vida, que terminarán cuando los belenes tomen el relevo a los pasos. Sin embargo, hasta que eso ocurra, ellas tendrán todo el protagonismo, como lo hará hoy la Reina de la feligresía de La Magdalena, que nos hará ver por qué la ciudad tiene el título de Mariana: porque en la mayoría de los fines de semana del año es la Madre de Dios la que da a los cofrades la vida.

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