lunes, 22 de noviembre de 2010

La propina

Hace una semana, decíamos que nos habíamos despedido de las salidas procesionales de Cristos en 2010, con la del Señor del Perdón del convento del Socorro (recuérdalo aquí). Pues bien, ayer mismo tuvimos por las calles de Triana el epílogo de este ciclo, con el paso de Cristo Rey, donde la figura del Hijo de Dios quedaba sintetizada en la figura de un Niño Jesús como el que dentro de unos días presidirá los belenes de las casas de muchos.

Pero también, se trata de una imagen que nos trae recuerdos del Corpus, concretamente del que cada año sale del viejo arrabal. Sin embargo, esta vez sin romero por las calles y casi de incógnito desfiló regalando sones cofrades a la mañana del penúltimo domingo de este mes de noviembre, avanzando que queda mucho para que, cómo dicen muchas abuelas "volvamos a matar al Niño", puesto que aún se encuentra en su más tierna infancia. Por ello, la de ayer puede catalogarse como un punto suspensivo de aquel final que pusimos hace ocho días, sobre todo porque en Sevilla no existen nunca momentos definitivos cuando se llama de cofradías.

Y es que en la vieja Híspalis se resiste a despedirse de un año a otro del Hijo de Dios, independientemente de que sólo vayan a ser unos pocos meses. Por eso lo recrea de mil maneras diferentes, como a su Madre, a la que hoy verá por las calles del Sagrario al Arenal con la advocación de la Caridad (míralo aquí). Porque, quizás, como dicen muchos, vivimos en la 'Nueva Jerusalén de Occidente', donde con el año prácticamente expirando, a punto de quedarse con una sóla hoja de este 2010, hemos podido disfrutar en la otra orilla de Sevilla de la mejor de las propinas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario