¿Cabe o no cabe?

La semana pasada, el hermano mayor de la hermandad de Pino Montano, Ramón Borreguero, comenzó un nuevo debate en los mentideros cofrades. Y es que el mandamás de la corporación del Viernes de Dolores dijo en Cingulo y Esparto, de Punto Radio, que su cofradía no sólo se plantea la posibilidad de pedir entrar en la nómina oficial, sino que incluso tiene muy claro qué día haría su estación de penitencia a la Santa Iglesia Catedral: el Domingo de Ramos. Y, como era de esperar, en diversos foros se ha empezado a especular sobre si se podría llevar a cabo o no este deseo, algo que, como se pueden imaginar, tambien haremos aquí.

Así, empezaremos con lo evidente: estamos hablando de una jornada tremendamente saturada en cuanto a horarios y desfiles procesionales. No en vano, salen ocho hermandades repartidas en nueve cortejos, pasando por Carrera Oficial desde aproximadamente las 16.30 horas hasta pasadas las 23.00 horas, en una situación que sólo sería comparable al Lunes Santo, que también está marcado por sus sempiternos problemas de horario. Pero, sigamos con el Domingo de Ramos. En cuanto a los cortejos, sólo tres pasan de los 1500 (Hiniesta y Estrella), mientras que el resto rondan los mil, a excepción de La Cena, que está en torno a los 500. En este sentido, por número de nazarenos, no se podría hablar de la jornada más masificada, al estar superada, como mínimo, por Madrugá, Martes y Lunes Santo.

Por ello, se podría empezar a vislumbrar un margen para que pudiera entrar una nueva corporación, aunque para ello habría que reformular un poco el día, puesto que tal y como está es imposible dar cabida a ninguna otra. En este sentido, habría un par de posibilidades. La primera, que La Borriquita se integrara en el cortejo de El Amor, como hacia hasta los 70, con lo que se podría obtener algo de tiempo, puesto que la hermandad no recogería los retrasos que se fuesen produciendo, sobre todo si la corporación abriera la Carrera Oficial una media hora antes, lo que dejaría el mismo margen que ahora tras La Amargura libre para una nueva corporación. La otra posibilidad es que La Borriquita, como hacen otras cofradías con la misma advocación en otras provincias, hiciese estación de penitencia a la Catedral a primera hora de la mañana, presidiendo en el templo metropolitano la misa de palmas y regresando después al Salvador. Así, su hueco podría ser ocupada por otra hermandad.

Ahora bien, cabría preguntarse si la de Pino Montano podría ser la que mejor se ajustara a ese margen. En principio, con su magnitud actual, con unos 500 nazarenos y dos pasos, no habría problema, puesto que con media hora o tres cuartos de hora, que es el tiempo que se podría conseguir de colchón con las reformas citadas, se podría arreglar. Pero, el problema está en su carácter de barrio, que, presumiblemente, le vaya a llevar a tener en torno a los más de mil quinientos nazarenos en poco tiempo, lo que ya dilataría en mucho más tiempo el necesario para su paso por Carrera Oficial, algo que ya obligaría a más cambios en la jornada o, incluso, tener que negociar con el cabildo catedralicio el cambio de horario en caso de que pasase última de la jornada y con ello pudiese alterar los cultos previstos.

Así pues, la situación podría llevarse a la práctica, aunque con muchos matices que, si hay entendimiento y ganas de las partes implicadas, podría solucionarse. Sin embargo, hemos vivido situaciones parecidas en los últimos años, con el Miércoles Santo y El Carmen o el Sábado Santo y La Resurrección (recuerda este tema aquí), que invitan a pensar que, quizás, no habría demasiada colaboración. Por no hablar de la figura de Asenjo y su nulo aperturismo, que no ayudaría nada, sobre todo en comparación con lo que lo hizo Amigo en anteriores ocasiones. Por ello, lo lógico es que no hubiese cambios a corto plazo, aunque opciones las habría y bastantes de que Nuestro Padre Jesús de Nazaret y la Virgen del Amor pasasen por Campana el Domingo de Ramos. Todo sería cuestión de que la gente quisiese y se apretara un poco el cinturón.