jueves, 4 de noviembre de 2010

La hora de las nazarenas en San Antonio Abad

Poco a poco, las últimas tres hermandades que continúan sin permitir que haya mujeres entre sus filas de nazarenos (recuérdalas aquí) se acercan de manera irremediable al final de una discriminación tan absurda como caduca en nuestros tiempos. De hecho, La Quinta Angustia sigue pendiente de un recurso que Palacio debe resolver en próximas fechas y que, en principio, debería acabar con el veto a la presencia femenina en su cortejo en la tarde del Jueves Santo. Del mismo modo, en El Silencio hay otra queja de por medio (mírala aquí) que podría también tener contestación en breve, aunque quizás para entonces ya esté todo solucionado.

Sobre todo, porque el nuevo hermano mayor de la 'Madre y Maestra', Alberto Ybarra, parece tener muy claro que es la hora de abrir nuevos horizontes en San Antonio Abad, por lo que, tal y como ha declarado en una entrevista a ABC, planteará la posibilidad de la inclusión de nazarenas desde el primer momento de su mandato, que acaba de comenzar. En este sentido, el propio mandatario, heredero de una saga de directores de junta de gobierno en la corporación de la Madrugá que cumple con él su cuarta generación, no habla de tiempo ni de fechas, pero sí de la firme intención de equiparar en sus posibilidades a la totalidad de los 3.000 miembros de la corporación, de los que alrededor de 400 son mujeres.

Así las cosas, no sería descabellado que en la próxima Semana Santa hubiese por primera vez en las filas de la hermandad de los nazarenos de Sevilla presencia femenina, lo que dejaría a sólo dos hermandades sin mujeres en sus cortejos. Una de ellas, La Quinta Angustia, como ha quedado dicho, podría también llevarlas en 2011. La otra, el Santo Entierro, parece que aún no se lo ha planteado, pero ante la presión de ser la última que podría quedarse anclada en el pasado, podría cambiar de actitud más rápido que tarde. En cualquier caso, lo que sí es cierto, es que estamos ante los últimos tiempos de un veto que ha sido siempre tan ilógico como duradero.

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