Ecos de las Vísperas

Sevilla hoy se viste de Cirineo. Sobre todo, porque a diferencia de lo que ha ocurrido en los últimos fines de semana, el protagonista de la única salida que tendrá en las próximas horas será un Cristo con la cruz al hombro, el Nazareno de la Bondad. Será Él quien se encargue de hacer que las calles de la ciudad rezumen ambiente de Semana Santa, pero evocando una jornada concreta de la que muchos reniegan y a la que otros tantos deseamos cuanto antes echar mano, el Viernes de Dolores, donde, quizás, debería estar ubicada para siempre la fecha de su desfile procesional.

Y es que ya salió entonces hace siete años, en 2003, poniendo los primeros sones cofrades en la zona de La Barzola y Pio XII, así como llenando de incienso la entrada del Virgen Macarena, que se convirtió en la mejor Carrera Oficial posible para la talla que gubiase Ángel Rengel en 1995. Pero el reajuste de las reglas de la hermandad, elevada a categoría de Gloria en 2008, puso fin a esta posibilidad, que sólo se llevó una vez a cabo de prueba dejando un tremendo sabor de boca. Desde entonces, el primer sábado de noviembre de cada año, la Bondad pasea por San Leandro envuelta en una túnica púrpura, con marchas de agrupación y decenas de personas en las calles que sienten estar experimentando la ilusión de vivir ya lo que todavía están esperando.

Así, esta tarde parecerá de Vísperas, aunque no con sólo 48 horas por delante para ver a La Borriquita en Campana, sino con casi cinco meses entre medias. Pero sus ecos estarán presentes alrededor de un Señor que se hizo carne a partir del esfuerzo de unos chiquillos que un día hicieron una Cruz de Mayo y que con mucha fe, y año tras año, fueron dando fruto a una hermandad que vive uno de sus días grandes en julio, con la Virgen del Carmen (recuérdala aquí), y el segundo hoy mismo, en pleno mes de los difuntos pero llenando de vida una espera que sigue consumiendo hojas en el calendario. Porque aún queda mucho, pero hoy, con el Cristo de la Bondad, ya se sienten las Vísperas.