Ayer, Sevilla se puso su hábito salesiano y hoy, casi sin solución de continuidad, se vestirá con los colores de la 'competencia'. Concretamente, con el azul y amarillo de La Salle, puesto que, por primera vez en la historia, la ciudad verá por sus calles al santo patrón de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, San Juan Bautista, el mismo que ha visto nacer y crecer a la hermandad de La Resurrección desde la capilla de su colegio de La Purísima, en la calle San Luis, y que, por unas horas, acaparará todo el protagonismo e, incluso, le devolverá la visita a su paso por Santa Marina.
De este modo, se pondrá el mejor broche de oro posible a los actos del mes lasaliano por excelencia, llevando a cabo una procesión desconocida por estos lares pero tremendamente arraigada en otros puntos de Andalucía como Jerez o San Fernando. Sin embargo, en la capital cofrade por excelencia, jamás se había probado suerte sacándolo a la calle, a pesar de que la orden cuenta con dos centros en Sevilla: el mencionado de La Purísima, en San Luis, y el de Felipe Benito, vinculado desde hace años con la hermandad de Gloria de Madre de Dios del Dulce Nombre.
Sin embargo, esta tarde se pondrá la primera piedra para ver si igual que los capillitas hispalenses conocen de sobra a San Juan Bosco, dentro de poco pueden decir lo mismo del patrón de la 'competencia'. Al menos, eso intentan los antiguos alumnos que crecieron a su lado; los mismos que día a día lo saludaban antes de entrar en clase al pasar junto a su estatua en el patio de los naranjos. Ya el pasado sábado, en Felipe Benito, se vivió un anticipo con la procesión infantil por los patios del centro. Ahora, toca hacerlo por todo lo alto, recorriendo las principales arterias de un barrio del Pumarejo que será el primero en ver por sus calle a San Juan Bautista de la Salle.
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