domingo, 13 de mayo de 2012

La primera de las grandes clásicas

Esta tarde, la feligresía de San Isidoro se viste de gala. Lo hará de azul y oro, como el manto de su Reina, que, como cada mes de mayo paseará por sus calles entre sus cuatro ángeles custodios. Porque hoy, es un día grande para los vecinos de la Alfalfa, que verán que lo que les anticipó hace justo una semana Santa Lucía (recuérdalo aquí) es verdad, que las Glorias ya campan a sus anchas por la ciudad. Y qué mejor prueba de ello que poder disfrutar de ello que al lado de una de sus grandes clásicas: la Virgen de la Salud.

Porque, sin lugar a dudas, Ella no es sólo la gran protagonista de este día que comenzó bien temprano, con la procesión de impedidos de La O, sino de todo el periodo letífico, haciendo que, por unas horas, el centro de la ciudad rezume un ambiente de cofradías que casi nada tiene que envidiarle al de la Semana Santa. De hecho, los únicos cambios con respecto al tiempo de los capirotes serán la ausencia de estos, la iconografía de su paso y que el sol apurará las horas para cederle su sitio a la luna y no perderse detalle de las primeras chicotás que dé la 'Reina de la Costanilla'.

Hoy no habrá nubes en el cielo que osen desafiarla. Quizás porque Ella recoge su color en el manto, regalando Salud a quien se la pida o le haga falta. Sin más pasos en la calle que el suyo, parando el tiempo como hace siempre, como si los años no pasaran. Por algo es una de las 'llaves maestras' de nuestras Glorias, la responsable de una de las procesiones letíficas que, si no existierán, Sevilla seguro que sentiría que le falta. Es por eso que esta tarde no le faltará compañía durante todo su recorrido, que recibirá más calor de la que marca el mercurio porque pocos habrá en la ciudad que no se rindan a sus plantas.

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