miércoles, 9 de mayo de 2012

Los peligros de las redes sociales

En una Semana Santa tan pasada por agua como la de este año (recuérdalo aquí), las mojadas que sufrieron algunas de las hermandades que desafiaron a la meteorología han dado muchísimo que hablar. De hecho, en este mismo blog hicimos un repaso sobre las que fueron víctimas de los chubascos en plena calle (míralo aquí). Pero ha habido muchas más. Algunas, dentro de nuestra propia provincia y que han creado tremendas polémicas debido a la entrada en escena internautas que decidieron pronunciarse al respecto a través de las diferentes redes sociales.

Pongámonos en situación. Martes Santo, Dos Hermanas. Allí, la cofradía de Pasión estaba llegando a la Carrera Oficial cuando, de pronto, un fortísimo aguacero le obliga a buscar refugio. En este sentido, la corporación no se dirige a la iglesia de la Magdalena, situada a escasos metros, sino que decide marchar rumbo a la capilla del Gran Poder, algo más alejada. Esta elección, al poco, motivó toda una oleada de comentarios críticos contra el rector del primero de los dos templos citados, al que se le acusaba de no haber querido abrir las puertas a la hermandad. Como consecuencia, Twitter y Facebook ardían entre improperios e insultos hacia el sacerdote, dejándose llevar por la indignación reinante tras ver a una cofradía mojarse en una situación similar a la de San Pablo en 2010 (ya hablamos de ello aquí).

Sin embargo, días después, tanto Pasión como la propia iglesia de la Magdalena acabaron con la discusión con dos comunicados públicos en los que se aclaraba la situación: los pasos no entraron en ese templo porque no se sabía si cabían y, ante esa duda, se decidió ir al siguiente refugio más cercano. Es más, la propia corporación agradecía a la parroquia que atendiese en sus salones a los monaguillos y a parte del cortejo. No obstante, la polémica sí tuvo repercusión, pero no su resolución, de la que se hicieron eco tan sólo unos cuantos.

De este modo, volvieron a quedar claros los peligros de las redes sociales, los mismos que en la capital causaron el caos el Viernes de Dolores (leelo aquí) y que en Dos Hermanas causaron incluso más estragos. Y es que no a cualquier información se le debe dar credibilidad sin más. Menos aún en unas plataformas en las que puede opinar cualquiera y no siempre con la mejor de las intenciones. Lo más triste de todo, es que, aunque rectificar es de sabios, es seguro que muy pocos de los que atacaron gratuitamente al párroco lo habrán hecho y que, incluso, serán más los que le sigan buscando los tres pies al gato. Qué pena que en plena sociedad de la información elijamos la opción de estar cada vez más desinformados.

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