En los últimos tiempos, hemos vivido un aumento en el número de candidaturas a hermano mayor de nuestras corporaciones absolutamente exagerado. Así, por ejemplo, hay hasta tres aspirantes a la vara dorada en La Esperanza de Triana, mientras que en otras corporaciones como El Buen Fin o El Cachorro habrá que pasar por las urnas al haber dos. Sin embargo, en los últimos días hemos vivido, con cierta sorpresa, el caso contrario, el de una hermandad en la que nadie se presentó para el cargo.
Hablamos de La Soledad de San Buenaventura, donde José Félix Romero se ha visto obligado a pedir al Arzobispado un año de prórroga en su mandato, toda vez que ningún miembro de la corporación ha querido probar suerte. En este sentido, parece más que probable que desde Palacio no se ponga ningún reparo al respecto, aunque sí que es cierto que las delicadas relaciones que la cofradía tiene con los Franciscanos, regentes del templo donde reside, y esta situación, bastante inusual en nuestra ciudad, podrían provocar que Asenjo vigile con lupa todo lo que ocurre en los próximos meses.
No en vano, en el primera mitad de 2013 deberían convocarse nuevas elecciones y, de repetirse el mismo panorama, se podría abrir de par en par la puerta a una junta rectora. Por tanto, habrá que estar pendiente de los movimientos que tengan lugar en Carlos Cañal, donde los hermanos de La Soledad de San Buenaventura parecen haber decidido ir a contracorriente, haciendo que en pleno 'overbooking' de candidaturas por varas doradas viva en un inquietante desierto de aspirantes a llevarla.
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