Una Dolorosa diferente

El pasado domingo conocimos de primera mano una imagen de la que se ha hablado bastante en los últimos tiempos. Se trata de la Virgen de Aguas Santas y Misericordia, de la parroquia del Perdón, que pese a poseer la advocación de la Patrona de la sevillana localidad de Villaverde del Río tiene más en común con la imaginería castellana que con la andaluza, pese a que su autor, Antonio José Martínez sea de Beas de Segura, en Jaén. No en vano, la mayor parte de su producción siempre ha ido destinada fuera de nuestra comunidad.

Quizás por ello, en primer lugar, sorprende que una recreación de la Madre de Dios sentada, pero sin Niño, algo muy poco usual por estos lares, donde, salvo en los misterios de La Mortaja, Los Servitas y El Baratillo, todas las Dolorosas van siempre de pie. Pero, es más, pese a que podría verse cierto parecido con imágenes como las que aparecen en los pasos de los Duelos de nuestra región, la apariencia de la Virgen engarza muchísimo más con la que tradicionalmente se le ha dado de Despeñaperros para arriba, al estar inspirada en la imagen de la mujer de Felipe IV, Mariana de Austria, imitando a la perfección la forma de vestimenta religiosa de la corte de los Ausburgo.

Así las cosas, ha habido cofrades a los que les ha faltado tiempo para criticar a la talla, señalando que no se ajusta a cómo debe ser una Virgen de Sevilla. Otros, en cambio, aplauden su originalidad, señalando que, pese a sus marcados tintes historicistas, supone un soplo de aire fresco en la imagineria de nuestra ciudad. Sea como fuere, y con el debate abierto, lo cierto es que en la parroquia del Perdón pueden presumir de tener una talla única, diferente a todas las que vemos en la vieja Híspalis. Porque dicen que en la variedad está el gusto y, en este sentido, gracias a la iglesia de la Huerta de Santa Teresa podremos 'paladear sabores hasta ahora desconocidos'.