Sevilla está un año más a punto de mirar a las costas en lugar de al centro y, como siempre, se multiplican el número de noticias sobre restauraciones de las imágenes de nuestras hermandades. De hecho, en las últimas semanas hemos conocido que pasarán por 'chapa y pintura' el Gran Poder (recuérdalo aquí), el Cristo de la Expiración de El Museo y el de la Misericordia de El Baratillo (lee sobre ello aquí), así como los tres titulares de La Macarena (míralo aquí). Pues bien, en breve, dos Dolorosas más podrían pasar por trances similares, ambas de la misma corporación: La Trinidad.
Todo dependerá de lo que decidan sus hermanos el próximo lunes, en un cabildo extraordinario en el que se expondrán informes detallados del estado de la Virgen de la Concepción y de la Esperanza, a fin de que quienes participen en el cónclave puedan ejercer su derecho a voto con total conocimiento de causa. En este sentido, aún se desconoce la importancia de los trabajos que deberían realizarse, quién los haría o cuánto durarían, algo que, presumiblemente, se desvelaría en la reunión. De todas formas, lo que sí se intuye es que si la junta de gobierno ha dado el paso de llevar a cabo esta consulta es porque se trata de actuaciones más o menos necesarias.
Por tanto, no es descabellado vaticinar que tanto una como otra terminarán pasando por el taller este verano, a fin de recuperar todo su esplendor, haciendo que a su vuelta luzcan como nuevas. Y es que así se ha hecho en nuestras cofradías desde tiempos inmemoriales y, por lo que se ve, en La Trinidad no se va a hacer una excepción. Sólo resta esperar que todo se haga en el menor plazo posible para que los fieles de ambas no las echen en falta, sobre todo ahora en tiempos en los que se hace casi indispensable pedirles ayuda. Quizás la misma que Ellas reclaman para rejuvenecer unas cuantas primaveras.
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