A partir de la semana que viene, que nadie se asuste si, por unos días, echa en falta a alguno de los titulares de la hermandad de La Macarena en su altar de la basílica. Y es que a partir del próximo lunes los tres irán pasando por las dependencias de la corporación, a fin de que el profesor Arquillo los someta a pequeñas intervenciones para mejorar su estado de conservación y que, por otra parte, estaban absolutamente programadas (recuérdalo aquí). Sin embargo, las cosas no se harán finalmente tal y como estaban inicialmente previstas, sino al contrario.
¿Esto qué quiere decir? Pues que la primera talla que será retirada del culto será la Virgen del Rosario y que, una vez finalicen los trabajos sobre ella será el Señor de la Sentencia el que le tome el relevo. De igual modo, la Virgen de la Esperanza, que a priori iba a estrenar esta medida, será la última. En este sentido, se espera que las actuaciones no interfieran para nada en ni en los compromisos adquiridos para bodas ni en los cultos de ninguna de las tres imágenes, ya que, a lo más tardar, estarán acabadas a finales de verano.
Así las cosas, los próximos meses serán de lo más movido junto al Arco, con despedidas momentáneas y recibimientos que se sucederán sin solución de continuidad. Todas vendrán acompañadas de esa sensación de intranquilidad que deja en nosotros el no ver en su sitio durante unos días a alguno de nuestros titulares, pero también la inmensa alegría de verlos de vuelta como nuevos. En este caso, en La Macarena serán los tres de una tacada, para que reluzcan con luz propia, más que el sol que en Semana Santa echamos tantísimo en falta (míralo aquí).
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