domingo, 9 de diciembre de 2012

Antes de lo esperado

Esta semana que hoy acaba ha sido el escenario de una de las restauraciones más rápidas y cortas que se recuerdan por estos lares. De hecho, muchos puede que ni siquiera se hayan enterado de la misma, puesto que entre su inicio y su final apenas han transcurrido tres días. En cualquier caso, esta circunstancia habrá sido acogida de buen grado en San Julián, donde los fieles de la imagen en cuestión apenas habrán tenido tiempo siquiera para empezar a echarla de menos.

Nos estamos refiriendo al paso por el taller de la Virgen de la Hiniesta Dolorosa, que, como estaba previsto, fue retirada del culto el pasado día 2 para ser tratada por el imaginero trianero Pedro Manzano (recuérdalo aquí). A este respecto, se esperaba inicialmente que los trabajos, consistentes en cambiarle las articulaciones de la talla, no se extendiesen más de una semana. Pero, para sorpresa de muchos, el día 5 ya estaba de vuelta en su altar la Virgen morena que saliese de la gubia de Antonio Castillo Lastrucci. Como nueva y con mayor movilidad que apenas 72 horas antes.

Con todo ello, muchos incluso no llegaron a darse cuenta de que faltó de su casa y que esa ventana desde la que se asoma para ver y escuchar a todos sus devotos estuvo vacía durante dos jornadas que sí se hicieron eternas para quien notó su ausencia. Sea como fuere, ya no se moverá de allí hasta que los cultos y la Cuaresma dictaminen lo contrario, ya que tras pasar por las manos de Manzano no le hacen faltan más retoques. Es más, los pocos que necesitaba han llegado a buen puerto antes de lo esperado.

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