jueves, 20 de diciembre de 2012

Entre la revisión y los preparativos

El próximo año comenzará con retoques en La Paz. Concretamente, sobre el Señor de la Victoria, que aprovechando el estreno de 2013 se verá obligado a abandonar durante unos días su sitio en la parroquia de San Sebastián para pasar por las manos de Juan Manuel Miñarro, quien le atenderá y tratará como merece para volver a su lugar en óptimas condiciones. Así lo decidió el pasado día 17 la corporación del Domingo de Ramos que, de este modo, espera que la talla pueda brillar aún más con luz propia cuando se reencuentre con la ciudad.

En principio, no se trata de una intervención profunda, que no le llevará siquiera lejos de su sede canónica. De hecho, se habla de una pequeña fisura en la muñeca derecha que habrá de retocarse para evitar males mayores. Así mismo, se aprovechará para cambiar las articulaciones al Cristo, modernizándolas y, por tanto, facilitando las tareas de cambio de ropa para sus vestidores. Es decir que, a priori, no hablaríamos de más de una semana, a lo sumo, sin que el Moreno de El Porvenir estuviese lejos de su altar o dejando sin compañía a su Madre de la Paz.

Lo que sí es cierto es que este tipo de noticias nos hacen caer en la cuenta de dos detalles. El primero resulta obvio: la preocupación de las corporaciones por tener a sus titulares en las mejores condiciones posibles, prolongando así en el tiempo el legado que nos dejaron nuestros mayores. El segundo, quizás algo más rebuscado, es que, con cosas así, nos damos cuenta de cómo avanzan los preparativos para los días grandes, esos que cada vez vemos más cerca, a la vuelta de la esquina. Y es que el tiempo sigue avanzando, aunque siempre sin descuidar lo que ya se ha encargado de darnos.

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