viernes, 10 de enero de 2014

De momento, San Leandro

La hermandad de San Roque ha confirmado en los últimos días lo que era un secreto a voces: que hasta que finalicen las obras que se están llevando a cabo en su sede canónica (recuérdalo aquí) sus titulares recibirán culto en el convento de San Leandro. Una medida que ya comenzó a tomar forma nada más decretarse el cierre de su parroquia, teniendo como primera muestra el besamanos de la Virgen de Gracia y Esperanza del mes pasado. Sin embargo, tras él tanto Ella como el Señor de las Penas estaban en la casa hermandad de la corporación, que abandonarán en los próximos días para trasladarse a su nueva morada.

Con ello, se halla la solución para uno de los principales quebraderos de cabeza de la cofradía, que aún tiene que decidir de donde saldrá el próximo Domingo de Ramos. Es inviable hacerlo desde San Leandro y, según parece, no se sabe si los pasos caben por la puerta de San Ildefonso. A ello se le une que la opción de procesionar desde Santiago es muy remota, toda vez que La Redención tiene que ponerse en la calle al día siguiente. Así las cosas, es el Santuario de Los Gitanos quien, de momento, cuenta con ventaja para acoger a la corporación, que, por otro lado, tiene también sobre la mesa otros muchos ofrecimientos que estudiará en los próximos meses.

En este sentido, su junta de gobierno podrá tomar la decisión con la total tranquilidad de que la hermandad mantiene su vida normal en San Leandro, donde le han abierto las puertas de par en par desde el primer momento, ofreciéndose para cuanto necesite en este 'exilio' obligado que en la plaza de Carmen Benítez esperan que no dure más allá de este año. Sea como fuere, también esta circunstancia nos permitirá disfrutar de estampas únicas e irrepetibles mientras se soluciona todo, devolviendo con ello la vida a un convento que llegará a pensar eso de que "no hay mal que por bien no venga".

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