lunes, 20 de enero de 2014

Otro retorno a casa

El pasado fin de semana estuvo marcado por los reencuentros. No en vano, el sábado volvió a la parroquia de San Julián la Virgen de la Hiniesta, que había pasado los últimos meses en el taller de Pedro Manzano para recuperar todo su esplendor (recuérdalo aquí). Y el mismo día fue también grande en la capilla de Los Negritos, a la que regresó el Cristo de la Fundación, quien compartió morada con la Dolorosa durante un proceso de restauración que llevó a cabo el mismo autor y que, tras aprobarse en septiembre (míralo aquí), se inició en octubre.

Curiosamente, los trabajos han durado menos tiempo de lo inicialmente pensado, toda vez que se han completado en apenas tres meses y se pensaba que se extenderían hasta los cinco. Una grata noticia que, incluso, pasó a un segundo plano en cuanto abrió la sede canónica de la primera del Jueves Santo y sus hermanos pudieron ver, 'in situ', que su titular cristífero volvía como nuevo, con la policromía limpia y dispuesta a reflejar eses sol de media tarde que todos esperamos que vuelva a asomarse en este 2014 para ver a la cofradía en la calle.

De hecho, todos los hermanos de la corporación ya piensan en ese momento, puesto que la espera para volver a ver a su Cristo de la Fundación ya ha acabado. A partir de ahora, podrán rezarle cerca de su Madre de los Ángeles, rejuvenecido y preparado para que el tiempo siga corriendo, la Cuaresma vuelva a abrazar Sevilla y nos lleve de la mano hasta los días grandes. Aunque para jornada grande, la que ayer se vivió en plena Ronda, donde el Señor de Los Negritos volvió con los suyos como si, prácticamente, le hubiesen quitado varios siglos de encima.

No hay comentarios:

Publicar un comentario