miércoles, 18 de junio de 2014

El centro reluce más que el sol

Hoy, Sevilla se viste de víspera. Lo hace luciendo sus mejores galas por cada punto del corazón de la ciudad, que se engalana con altares efímeros dispuestos a lo largo de sus calles más insignes, que, según avance el reloj y nos vaya sorprendiendo la madrugada, comenzarán a oler a romero. Antes, serán el escenario de una tarde-noche de preparativos y paseos, de una vigilia tremendamente especial que se vivirá tal y como manda la tradición, devorando las horas que no separan de ese segundo jueves del año 'que reluce más que el sol', ese que la vieja Híspalis llama Corpus Christi.

Una festividad que viene marcada a fuego en el calendario de la capital andaluza y que se vive intensamente desde mucho antes. De hecho, ayer comenzaron las "antevísperas" (recuérdalo aquí), aunque será hoy cuando todo vaya tomando cuerpo de manera definitiva. Porque aparte del clásico concierto de la Municipal y ese alarde de priostía que se extiende a lo largo y ancho del centro, desde San Julián partirá rumbo a la plaza de San Francisco la Virgen de la Hiniesta Gloriosa, Patrona del Ayuntamiento, y que también cumplirá con su tradición anual, presidiendo esa suerte de 'Catedral a cielo abierto' en la que se convertirá por unas horas la fachada plateresca del Consistorio.

Cuando llegue a su altar, será el momento en el que muchos pongan fin a una tarde en la que la bulla recorrerá cada arteria del corazón de la ciudad como si fuese su torrente sanguíneo, devolviéndole la vida de cara a una jornada que será tan intensa como especial. Porque mañana no es una jornada más de tantas que aparecen en el calendario. Es la que reconcilia a Sevilla con la que, en tiempos, fue su fiesta más importante; ésa que tiene lugar en un día 'que reluce más que el sol', hasta el punto de poder observar su brillo desde muchas horas antes. Para comprobarlo bastará con echar un paseito por el centro en cuanto comience a caer el sol.

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