Punto final eucarístico

Aunque Sevilla celebró el pasado jueves, y por todo lo alto, la festividad del Corpus Christi se podría decir que hoy mismo vuelve a rendir pleitesía al Santísimo. Lo hará en los barrios, que se llenarán de sabor eucarístico desde bien temprano, puesto que prácticamente no habrá punto de la ciudad en la que la Sagrada Forma no se pasee en loor de multitudes, ya sea sobre un paso o bajo un palio en manos de algún párroco o sacerdote. No en vano, y como sucede cada año, cada arrabal vivirá la jornada a su forma, siendo absolutamente fiel a la tradición y aportando su granito de arena, haciendo que su procesión sea en esencia igual pero también diferente al resto.

Así lo viviremos en sitios tan clásicos como Triana, la Magdalena o San Isidoro, que se erigen cada mes de junio en ejemplo a seguir de la devoción hacia el Santísimo, la misma que han recogido y reforzado otros barrios como Nervión, San Pablo, San José Obrero, Santa Genoveva, Padre Pío-Palmete, Rochelambert o, incluso, Heliópolis, que debutará en estas lides (recuérdalo aquí). En todos estos puntos, el cortejo saldrá con todos sus avíos, con un numeroso cortejo y adornado por pasos que no solo darán realce a las Custodias, sino también compañía. Igualmente, y de un modo más tradicional, la Sagrada Forma se hará presente en feligresías como las de San Bartolomé, San Joaquín (Triana), San Andrés o Santa Clara. Todo para que vivamos una mañana tan intensa que no nos faltará de nada, solo tiempo para disfrutar del programa al completo.

Y ya por la tarde, casi de incógnito ya sea por desconocimiento o por cansancio, tendrá lugar una procesión de las más peculiares de cuantas tienen lugar en Sevilla, la de la Virgen del Perpetuo Socorro de los Redentoristas de Nervión. Una imagen que no es una talla, sino un icono expuesto en un cuadro que recorrerá las principales arterias del barrio, impregnando de olor a incienso y sabor de otro tiempo, de cuando la escultura tenía un papel secundario con respecto a la pintura. Sea como fuere, este peculiar cortejo será el que se encargue de poner el punto final a esta semana, la más eucarística del calendario y en la que hemos podido disfrutar al máximo.